Xi'an, primera capital de una China unificada

Qin Shi Huangdi, constructor de la Gran Muralla, creador de la dinastía Qin, decidió que Xi'an fuera su capital. "Durante su reinado los feudos del pasado fueron brutalmente homogeneizados, su escritura, sus leyes, incluso su historia. Los anales de las anteriores dinastias fueron quemados, los eruditos discrepantes enterrados vivos...así nació un país reconocible, un país donde la diversidad era moralmente ofensiva" escribe Colin Thubron. Sin embargo a este emperador despota no se le suele conocer hoy por ello, sinó por el inmenso ejército de guerreros de terracota que siguen protegiéndole en su tumba. Situada a 160 km de Xi'an, en Lintong, a día de hoy únicamente se ha desenterrado una parte del monumental mausoleo. Continuan los trabajos a ojos del visitante y está prevista la apertura de una nueva nave cubierta una vez desenterrados nuevos cuerpos de ejército. Pero no es la grandiosidad de la tumba ni la enormidad del número de figuras humanas lo mas impactante, sino su calidad expresiva, los detalles de su atuendo, los caballos... Todo el mundo, haya estado o no, los conoce. Hemos tenido la oportunidad de verlos en exposiciones temporales que han viajado por todo el mundo y donde se puede resaltar mucho mas su calidad. Aqui, en Xi'an, la cantidad oprime, uniforma, oculta con el manto de la repetición los detalles singulares. Impresiona, si. Impresiona también la megalomanía, el tremendo miedo a la muerte de su ejecutor, la imperiosa e imperial necesidad de ser recordado, sino temido, más allá.
Posiblemente sea el mayor mausoleo del mundo, pero incluso en el area de Xi'an no es el único. No lejos de Lintong, puede visitarse la tumba de Jing Di (Han Yang Ling). Merece la pena. No era ningun emperador, era un noble local, rico y hacendado. Su tumba se halla bajo un túmulo junto a la de su esposa. En ella se han excavado y dispuesto de forma muy atractiva los hallazgos. Se puede transitar sobre una piso de cristal, que muestra por debajo y a los lados, las figuras de terracota encontradas: muñecas articuladas, carros tirados por caballos, recipientes domésticos, rebaños enteros de corderos, vacas y cerdos, perros.... Una granja a escala que permiten hacerse una idea del mundo rural de la época. Es solo un siglo posterior a la tumba de Qin Shi Huangdi. Al parecer existen muchas de estas tumbas, aunque pocas han sido excavadas o abiertas al público.
Nadie que ame la cultura debería alejarse de Xi'an sin visitar el Museo de Historia de Shaanxi. Para poder apreciar por lo menos lo esencial se requieren varias horas. Por supuesto contiene una sala dedicada a los guerreros, donde se aprecian mucho mejor que en su emplazamiento original, pero también contiene piezas representativas de toda la larga historia de esta región, cuna y corazón de China, desde la prehistoria hasta el siglo XX. Sus objetos son de una gran variedad, materiales y belleza. Sorprende la expresividad que algunas figuras muestran, la delicadeza con que algunos animales han sido representados. Solo puedo recomendar vivamente una visita al mismo.