miércoles, 8 de septiembre de 2010

Dunhuang y las cuevas de Mogao


Dunhuang era la puerta del extremo oeste del corredor de Hexi. Allí confluían las rutas que llegaban desde India y las procedentes del interior de China. Por lo tanto no debe extrañar que en las pinturas mas espectaculares y famosas de toda la Ruta, las de las cuevas de Mogao, se mezclen influencias tan distintas como la hindu, la persa, la budista y la china. Durante 1000 años, del siglo IV al XIV, los monjes budistas fueron recolectando escrituras procedentes del oeste y los peregrinos encargaban pinturas murales buscando la proteccion de las numerosas deidades del panteón o del mismo buda. Para los amantes de las cifras, los murales cubren 42.000 m cuadrados. Pero no es solo la cantidad sino la importancia de los hallazgos lo que las ha catapultado a las primeras paginas de la historia de la humanidad. Contienen pinturas de índole muy diversa, desde representaciones de buda, sus discípulos y escenas de su vida, hasta escenas de importancia histórica, que permiten reconstruir un largo y fecundo periodo. A parte de un gran número de manuscritos que se habian ocultado en una cueva anexa tapiada para su protección. Con mayor o menor fortuna, los monjes lograron preservar esta riqueza hasta el siglo XX. En esa época llegaron los primeros exploradores, espías, aventureros, arqueólogos, en ocasiones una combinación de varias de estas cosas. Procedían de Europa y de Rusia, salvo una rara excepción de Japón. Sus historias han sido abundantemente referidas, no siempre con tintes favorecedores. (Ver bibliografía en otra entrada del blog). Hoy dia aun se pueden visitar un gran número de estas cuevas, aunque en cada visita es difícil acceder a mas de nueve o diez, debido al gran número de visitantes y a la eficiente organización que aplican los guías oficiales. En nuestro caso pudimos visitar nueve, y hay que decir que mostraban estilos y configuraciones bien distintas. Os remito a la página citada en otra entrada sobre el Dunhuang Project, para ver abundantísimos detalles de lo allí encontrado y llevado a Gran Bretaña por Laurel Stein. Esta entidad ha digitalizado durante mas de 10 años todo el fondo y hoy día puede visitarse en la web.
Por otra parte el expolio está hoy repartido en museos de todo el mundo.

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