martes, 25 de octubre de 2011

Shanghai. Templo y Jardines de Jing'an

















Nunca hubiera imaginado que en pleno siglo XXI pudiera estarse aun finalizando de construir un templo de estas características. Sigue el patrón clásico de los templos budistas. En el exterior sus altos muros amarillos y hermosas puertas de madera encierran un patio presidido por un incensario de varios pisos, donde algunos tratan de echar monedas a través de una de sus bocas. No es tarea fácil, aunque lo aparente. A su alrededor se disponen diversas estancias en dos plantas. Mas asemeja a un lujoso hotel por la riqueza del mármol y sus maderas. Y en el centro, al fondo del patio, la gran sala de oración. Tiene dos detalles singulares: en una de las gruesas columnas de un solo tronco, el árbol utilizado aun conserva el inicio de una de las ramas y un recrecimiento anómalo. Desconozco si este detalle contiene algún simbolismo o es que no encontraron un tronco recto. El caso es que esto da al peristilo una enorme personalidad. En la fachada posterior, tres grandes puertas abiertas permiten contemplar unos paneles que representan escenas sagradas del budismo, pero están elaborados con piedras semipreciosas de intensos y bellos colores. Su factura y acabados son de gran calidad y efecto artístico. Nunca había visto algo así y desconozco si lo hay. Un carpintero aun está terminando una ventana del patio posterior, mas estrecho pero de la misma calidad y belleza de acabados en el mármol y la madera.
El templo se halla rodeado por un barrio moderno, en el que sobresalen altos edificios. Justo enfrente está el parque de Jing'an. En un domingo, son numerosos los visitantes que descansan junto al lago, pasean , descansan, leen, bailan... Una china está bailando la danza del vientre completamente vestida de azul, con una pañoleta de moneditas falsas anudada a las caderas. Un hombre la acompaña con curiosos movimientos de cadera. Sobre el lago hay un bello edificio de madera que se refleja en sus aguas. Es un restaurante indonesio. Las esculturas de bronce de rinocerontes, una con su cría, dan una nota singular al parque.

No hay comentarios:

Publicar un comentario