Un viaje al Sur de la China y a Laos-2011

Presentación

Viajar es someterse a la sorpresa, el desencanto, la euforia y el desànimo, a veces en un mismo día. Y cuando viajas por tu cuenta el distanciamento se hace imprescindible, o por lo menos intentarlo y renovar el esfuerzo cada día.
La China ha puesto a prueba mi ínfimo conocimiento de la lengua y la paciencia infinita, la amabilidad extrema de la mayoria de las personas que he encontrado. Una sonrisa trae otra, interesarse por lo que hacen, que te traten como uno mas. A veces ellos han iniciado una conversación. Otras, cuando he conseguido hacerme entender, un rio de palabras me ha inundado. Han querido acompañarme, señalarme las cosas, los lugares para hacerme llegar el mensaje y siempre mirandote francamente a los ojos. Esta es la gente con la que he tratado. Conocerla hubiera requerido mayores habilidades lingüísticas por mi parte. Pero cuando la lengua no era obstáculo, me han hablado desde el corazón, expresando sus deseos y sentimientos íntimos. Han sido una doctora y algunos estudiantes universitarios.
Fui a la China del Sur buscando la belleza de los parajes y los pueblecitos, mas o menos bien preservados, todavía anclados en su vida tradicional. Sabía que podía llegar tarde. Algunas de las ciudades o pueblos han sido impactados por la presencia de turistas. Su vida se ha transformado profundamente, abandonado sus antiguos modos de vida a favor de actividades de servicios mas provechosas. Ha habido alguna excepción: Ma'an, que a pesar de atraer visitantes a su maravilloso Puente de la Lluvia y el Viento, mantiene su actividad agrícola y social ancestral. En otros lugares mas remotos, como Xishuangbanna en Yunnan, las ondulaciones de las fértiles colinas sembradas de té y las aldeas de casas de madera, resisten la modernidad incorporandola en forma de antenas parabólicas, telefonos moviles y energia solar. Es cuanta comodidad ofrecen al visitante que se aloja en sus hermosas casas de madera, auténticos miradores sobre los campos y las montañas lejanas. En ambos casos, la gente parece bien alimentada, contenta, tranquila con lo que tienen.
En otros casos el acoso del turismo o el ansia de modernización es tan fuerte que los nucleos urbanos originales, como en Shangri-La, o la naturaleza como en Yangshuo quedan prácticamente ahogados por el alud constructivo y las actividades comerciales.
En considerables reductos de Sichuan, Yunnan o Guangxi sobreviven minorias ètnicas. Hacen gala de ello, venden su imágen, a veces literalmente, la ritualizan al compas de la llegada de los tour operadores. Bajo el extraordinario tocado de filigrana de plata se percibe el móvil y bajo la larga falda orlada de franjas de colores las zapatillas deportivas. Lo nuevo se incorpora a lo viejo, sin solución de continuidad. Habrá de vencer uno de los dos?
Dicen que la población envejece, que el estado esta considerando modificar la política del hijo único. Pero lo cierto es que parece haber un reto mas importante todavía: mejorar la condición social y económica de los millones que solo huelen los beneficios del crecimiento. Al sur del pais, junto al mar de la China Meridional, los gigantescos talleres producen dia y noche todo lo que la China exporta. Habría de decirse “Made in Guangdong”(la antigua Canton), me decía una estudiante de su universidad. No entendía por qué sus compañeros quieren afiliarse al partido. La respuesta no obstante era unívoca: “porque nos reporta beneficios”. Le pregunto si hay muchos que hacen la misma pregunta. No lo sabe.
Da la impresión de que entre los jóvenes existe la sospecha de que los engañan desde los medios. Que todo es muy bonito, como en un No-Do oriental. Miran hacia occidente y puede que haya un deje de admiración, no solo hacia la moda o la música, las tecnologías de la comunicación o las libertades de las costumbres. Son conscientes de que tienen un acceso muy limitado a las otras realidades del mundo. Internet sigue siendo privilegio de muy pocos, de baja velocidad, muy caro con infinidad de paginas vetadas; “server not found”. Hay que ser un experto en informática para saltarselo.Yo me apunto a la pregunta universal: “Dónde va la China?”