Desde Chachapoyas, hubo que rehacer la ruta hasta Chiclayo, de alli a Piura y nuevo enlace hasta Máncora para darnos un dia de relax junto al mar antes de seguir hasta Guayaquil, primera parada en Ecuador. El paso de frontera desde Mancora no es nada ágil. Suele haber retrasos causados por documentación insuficiente, real o ficticia. Una propina suele agilizar las cosas pero no todos estan dispuestos a darla. Ademas la zona fronteriza no es nada segura. Los mismos que alli residen suelen avisar que no alejes del autobus. Por otra parte no es recomendable cambiar dinero por el riesgo de obtener un cambio absolutamente desfavorable. Sin embargo hay que romper una lanza en favor de las compañias de transporte peruanas, especialmente Cruz del Sur, que dispone de comodos vehículos y conducción fiable y puntualidad razonable dado todos los peros anteriores.
Asi que por fin llegamos a Guayaquil, junto al rio Guayas que desemboca en varios anchos brazos unos kilometros mas al sur. A lo largo del rio hay un hermoso paseo con monumentos y en medio del centro otros de buen gusto estan dispuestos entre edificios pulcros y modernos. De hecho es la ciudad mas populosa de Ecuador, aun no siendo la capital y tiene una personalidad muy distinta a la colonial Quito, asi como su geografia, llana en el primer caso y montuosa y empinada en el segundo.
Tiene Guayaquil una plaza llamada Parque Bolívar, hermosa de por si pero curiosa por tener alli en libertad iguanas que sestean sobre el césped o encaramadas en algun árbol sin hojas. En un estanque se amontonan tortugas de todos los tamaños. Cuando llegamos un empleado estaban cepillándoles el caparazón de forma enérgica para eliminar el limo que las recubria. En un árbol, una ardilla comía practicamente de la mano de un hombre mayor que llamó nuestra atención para que la viéramos.
Solo pasamos unas horas en Guayaquil, pues nuestra intención era dirigirnos a Cuenca y de alli hacia el norte entre las dos altas cordilleras que recorren el pais de norte a sur.
27 enero 2012
Asi que por fin llegamos a Guayaquil, junto al rio Guayas que desemboca en varios anchos brazos unos kilometros mas al sur. A lo largo del rio hay un hermoso paseo con monumentos y en medio del centro otros de buen gusto estan dispuestos entre edificios pulcros y modernos. De hecho es la ciudad mas populosa de Ecuador, aun no siendo la capital y tiene una personalidad muy distinta a la colonial Quito, asi como su geografia, llana en el primer caso y montuosa y empinada en el segundo.
Tiene Guayaquil una plaza llamada Parque Bolívar, hermosa de por si pero curiosa por tener alli en libertad iguanas que sestean sobre el césped o encaramadas en algun árbol sin hojas. En un estanque se amontonan tortugas de todos los tamaños. Cuando llegamos un empleado estaban cepillándoles el caparazón de forma enérgica para eliminar el limo que las recubria. En un árbol, una ardilla comía practicamente de la mano de un hombre mayor que llamó nuestra atención para que la viéramos.
Solo pasamos unas horas en Guayaquil, pues nuestra intención era dirigirnos a Cuenca y de alli hacia el norte entre las dos altas cordilleras que recorren el pais de norte a sur.
27 enero 2012
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